Cancún. – Bolsas de basura bajos los asientos, publicidad en papel rasgado, infraestructura rayada con grafitis o sin techo para resguardarse, así se ven decenas de paraderos de transporte público en distintos puntos de Cancún.
Debido a ello, se ha hecho cada vez más evidente el deterioro de dicho mobiliario, que aproximadamente desde hace 10 años ha comenzado a desgastarse al grado de que algunos ya ni siquiera cumplen su función básica.
Tal es el caso de las zonas de paraderos que se encuentran sobre la Tulum, a la altura del ADO o al exterior de Plaza Las Américas, en donde la mayoría de estos inmuebles no cuentan ni siquiera con bancas o techos para resguardarse o, bien, son verdaderos depósitos para bolsas de basura y otros residuos.
Lo mismo sucede en la zona urbana de Cancún, en avenidas como la Kabah, Miguel Hidalgo y José López Portillo, donde se pueden apreciar incluso paraderos que ya perdieron la mayor parte de su estructura y solo permanecen en pie, si acaso, una banca o fierros oxidados, a la intemperie.
Dicha deficiencia en esta inmobiliaria urbana obliga a los usuarios de transporte a padecer las inclemencias del sol y la lluvia mientras esperan el camión que los llevará a su casa o su centro de trabajo.
Esta problemática parece que continuará así, pues desde la administración de Paul Carrillo de Cáceres, se aprobó una concesión a favor de la empresa Operadora Kabah S.A. de C.V., para que instalara 864 paraderos metálicos en Cancún y, a su vez, brindara el mantenimiento respectivo a dicho mobiliario urbano.
Sin embargo, aún no se tiene un plazo para que dichos espacios recobren su función y dejen de ser puntos muertos en las banquetas de la ciudad.