Cancún.- Aunque el Día del Niño se supone que es para festejar, un grupo de al menos 30 pequeños marcó esta jornada con una marcha pacífica por el centro de esta ciudad, para denunciar la situación de violencia que han vivido y que otros infantes también padecen.
El grupo de menores, acompañadas de varias mujeres del asociaciones “Hermanas Unidas Jamás Separadas” y de las “Madres Buscadoras de Quintana Roo” fueron guiados desde el Centro de Convivencia Familiar (Cecofam) ubicado en la Supermanzana 2, hasta los Juzgados Familiares, ubicados en la avenida Tulum. Varios llevaban globos, en tanto que otros llevaban cartulinas con mensajes alusivos a su causa.
La marcha significó el cierre parcial de la avenida Tulum, aunque sin que esto resultara en algún incidente, más allá de la congestión vehicular que significó el bloqueo de una de las principales arterias viales de Cancún.
Una vez en los tribunales, Ariadne Song Anguas, vocera del colectivo “Xtabay”, criticó que todavía se obliga a los menores a convivir con padres agresores, además de que en el Cecofam falta personal capacitado, ya que amenazan o regañan a los menores.
“No es un centro de convivencia supervisada, es una cárcel para que los niños se sientan todo el tiempo vigilados”, criticó.
En lugar de realizar el protocolo para pasar de estas convivencias supervisadas a una de entrega-recepción, mantienen a los menores con vidas “judicializadas”, al fallar los psicólogos en favor de quien tiene más influencia o dinero.
María Patrón Pat, presidenta de las “Madres Buscadoras de Quintana Roo”, indicó que hay 10 niños que han quedado huérfanos, después de la desaparición de sus padres, sin que las autoridades de gobierno les ofrezcan alguna pensión o ayuda.
“Tenemos varios niños que han quedado sin padre y sin madre; y en el tema de feminicidios, además tenemos dos menores que han quedado desprotegidos, y sus abuelos paternos y maternos andan pidiendo una beca”, comentó.
El colectivo indicó que, aunque no llevan sus casos, saben de tres niños que están desaparecidos, situación que es distinta de “no localizado”, que es cuando se da una sustracción por parte de un progenitor.