Tierras Negras, Bacalar, Quintana Roo – 12 de marzo de 2025.
Bajo el lema “En nuestros coloridos granos de maíz está escrita la historia de nuestros pueblos”, se llevó a cabo la Primera Feria del Maíz y Otras Semillas Nativas 2025, un evento que no solo celebró la riqueza agrícola de la región, sino que también sembró esperanza y unión entre las comunidades. En el corazón de Tierras Negras, municipio de Bacalar, Quintana Roo, se reunieron productores, investigadores, líderes comunitarios y familias enteras para honrar un legado que trasciende generaciones: la conservación de las semillas nativas como símbolo de identidad, resistencia y futuro.
Este evento, enmarcado en el Nuevo Acuerdo para el Bienestar y Desarrollo y la Estrategia de Seguridad Alimentaria del Gobierno del Estado, contó con el invaluable apoyo del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). Juntos, demostraron que la unión entre tradición y ciencia puede florecer en un futuro sostenible.
La inauguración estuvo a cargo del Lic. Humberto Celis Gutiérrez, representante de la Agencia de Seguridad Alimentaria del Estado, quien destacó la importancia de preservar las semillas nativas como un acto de amor hacia la tierra y las futuras generaciones. “Cada semilla es un tesoro que guarda la sabiduría de nuestros ancestros y la promesa de un maíz mejorado”, expresó con emoción.
Durante la feria, las comunidades de aprendizaje campesino (CAC) del programa Sembrando Vida y los Guardianes de las Semillas de Yucatán, Quintana Roo, Campeche y Chiapas compartieron no solo semillas, sino también historias, conocimientos y sueños. Entre los colores del maíz amarillo, blanco, crema y morado, y la diversidad de productos como calabaza, frijol, chile habanero, yuca y chaya, se respiró un aire de esperanza y colaboración.
Las actividades incluyeron talleres sobre la conservación de semillas, conversatorios sobre la aceptación de variedades locales y hasta un concurso de desgranado de maíz, donde el entusiasmo y la alegría se apoderaron de todos. Jonny Torres Hernández, ganador del concurso, representó el espíritu de esfuerzo y dedicación que caracteriza a los productores de la región.
El cierre del evento estuvo a cargo del Ing. Eugenio Telles Mejía, representante del CIMMYT, quien con palabras llenas de gratitud y optimismo, recordó que “cada semilla que conservamos es un paso hacia la seguridad alimentaria y un tributo a la vida misma”.
Esta feria no fue solo un espacio de intercambio, sino un recordatorio de que, en nuestras manos, está el poder de preservar la biodiversidad y construir un futuro donde la tierra y sus frutos sigan alimentando no solo nuestros cuerpos, sino también nuestras almas.
Hoy, más que nunca, las semillas nativas son un símbolo de resistencia, identidad y esperanza. Y en Tierras Negras, Bacalar, se escribió un nuevo capítulo en la historia de un México que honra sus raíces mientras siembra un futuro lleno de vida.
Porque en cada grano de maíz, hay un sueño que germina. 🌱
