- Comerciantes y prestadores de servicios alertan sobre la caída drástica de visitantes; piden reestructuración de tarifas y apoyo gubernamental
Tulum, Quintana Roo 31 de agosto 2025.– En las calles de Tulum se respira preocupación. Doña María, quien vende artesanías frente al Parque Jaguar desde hace 15 años, mira con tristeza su puesto semivacío:
“Antes llegaban tantos turistas que no dábamos abasto. Hoy he vendido solo dos pulseras en todo el día”.
Su historia se repite en decenas de negocios locales que dependen del flujo de visitantes al parque. Los precios de acceso y servicios –diseñados para tiempos de bonanza– hoy resultan prohibitivos para la realidad actual.
¿Qué está pasando?
- El Parque Jaguar, uno de los grandes orgullos de Tulum, ve cómo los visitantes escasean como nunca antes.
- Tour operadores reportan cancelaciones masivas y grupos que prefieren otros destinos más accesibles.
- Los prestadores de servicios locales, desde guías hasta restauranteros, ven cómo sus ingresos se reducen día a día.
“No pedimos regalos, solo precios que entiendan la situación”, explica Javier, guía turístico. “Cómo vamos a atraer visitantes si cobramos como si estuviéramos llenos todos los días?”.
La petición es clara: revisar las tarifas para hacerlas acordes a la realidad, promover paquetes especiales para locales y nacionales, y crear programas de apoyo temporal para los trabajadores más afectados.
El gobierno responde
El presidente municipal Diego Castañón Trejo escuchó personalmente las preocupaciones:“Entendemos perfectamente la situación. Estamos trabajando en un plan para reactivar el turismo de manera justa y sostenible”.
Se anunció que la próxima semana habrá una reunión pública para presentar propuestas concretas que balanceen la necesidad de mantener el parque y aliviar la presión sobre la comunidad.
Mientras tanto en la comunidad
Los tulumnenses no se rinden. Han comenzado a organizarse para crear tours comunitarios, promover el trueque de servicios y buscar alternativas creativas mientras llegan los cambios formales.
“Tulum es resiliente”, dice doña María mientras teje una pulsera. “Solo necesitamos que nos escuchen y que nos den una oportunidad para salir adelante”.
El Daño colateral de la movilización
La movilización contra las operaciones de Sedena dejó paralizados a más de medio millar de automovilistas y muchos turistas que tuvieron que caminar más de tres kilómetros arrastrando sus maletas para trasladarse a Playa del Carmen y Cancún.