Hamás anunció el nombramiento de su jefe en Gaza, Yahya Sinwar, uno de los hombres más buscados por Israel, como nuevo líder del movimiento tras el asesinato en Irán de su predecesor, que ha reavivado los temores a una escalada en Oriente Medio.
Irán, Hamás y el Hezbolá libanés acusaron a Israel del asesinato de Ismail Haniyeh, el líder político del movimiento islamista palestino, el 31 de julio en Teherán, y prometieron venganza.
Por su parte, el líder del movimiento Hezbolá, Hasán Nasrala, prometió represalias contra Israel “sin importar las consecuencias” tras el asesinato de Haniyeh y el del mando militar de su organización, Fuad Shukr, en un bombardeo cerca de Beirut.
Hezbolá e Irán están “obligados a tomar represalias”, declaró Nasrala en un discurso televisado. Hezbolá actuará sólo o en el marco de una “respuesta coordinada” de Irán y de sus aliados en la región, afirmó.
Poco antes de ese discurso, cazas israelíes sobrevolaron a baja altura la capital de Líbano, rompiendo la barrera del sonido y sembrando el pánico entre la población de Beirut.
Tanto Hamás como sus aliados de Hezbolá aseguraron que la designación de Sinwar manda un “mensaje fuerte” a Israel, diez meses después del inicio de la guerra en Gaza, desencadenada tras el ataque de Hamás en territorio israelí.
El ejército y las autoridades israelíes acusan al líder de ser uno de los autores intelectuales del ataque.
Minutos después del anuncio de su nombramiento, una andanada de cohetes fueron disparados hacia Israel desde la Franja de Gaza, una acción reivindicada por el brazo armado de Hamás, las Brigadas Ezedin al Qasam.
“El nombramiento del architerrorista Yahya Sinwar (…) es un motivo más para eliminarlo rápidamente y borrar del mapa a esta despreciable organización”, declaró en X el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Israel Katz.