Israel afirmó que frustró un ataque a gran escala de Hezbolá con bombardeos en Líbano, pero el movimiento islamista aseguró que logró lanzar cientos de drones y cohetes contra posiciones israelíes en represalia por el asesinato de uno de sus líderes.
La comunidad internacional lleva semanas expresando su temor a una escalada militar regional entre Irán y sus aliados, por un lado, e Israel, por otro, a raíz de la guerra en Gaza, donde tras diez meses sigue sin lograrse un alto el fuego pese a las negociaciones.
El movimiento islamista palestino Hamás, que libra una guerra contra Israel en Gaza desde hace más de diez meses, celebró la “fuerte” respuesta del grupo chiíta libanés y consideró que era una “bofetada” al gobierno israelí.
Por su lado, el presidente estadounidense, Joe Biden, sigue “de cerca” los acontecimientos y un portavoz del Pentágono declaró que Washington está “dispuesto a apoyar” la defensa de Israel.
Hezbolá, armado y financiado por Irán, amenazó con represalias tras la muerte el 30 de julio de uno de sus jefes militares, Fuad Shukr, en un ataque israelí en la periferia sur de Beirut.