Javier Milei, el líder libertario que con una plataforma de extrema derecha y anti-casta, y haciendo campaña con medidas de ajuste y “mano dura”, logró conquistar 55.6 por ciento de los apoyos de los argentinos en el balotaje de noviembre pasado, juró como presidente de Argentina.
Entre sus primeras medidas, cumpliendo con su promesa de reducir el gasto público, redujo el gabinete de ministros de 18 a 9.
La elección de los ministros y secretarías mostró una combinación de moderados, extrapartidarios y leales.
Entre los primeros, la ex fórmula presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich y Luis Petri, harán tándem como ministros de Seguridad y Defensa respectivamente, mientras que Luis Caputo en Hacienda disipa las inseguridades que generaban los planes iniciales de Milei de dolarización o cierre del Banco Central, que ahora aparecen postergados.
Entre los extrapartidarios, Milei incorporó varios nombres provenientes del peronismo federal que le ayudarán a tender puentes con la primera minoría en el Congreso, con gobernadores e intendentes peronistas, así como con los sindicatos y movimientos sociales.
Ejemplo de ello es el Ministro del Interior, Guillermo Francos cuyo rol será clave en darle gobernabilidad a la agenda del presidente.
Finalmente, el jefe de Gabinete Nicolás Posse, la Canciller Diana Mondino, la ministra de Capital Humano Sandra Petovello, y la hermana del presidente, Karina Milei que se desempeñará como Secretaria General de la Presidencia, son los leales del círculo rojo.
Justo cuando se cumplen 40 años del regreso de la democracia a la argentina, esta es la quinta alternancia de partidos distintos, y la tercera consecutiva: Alfonsín-Menem (1989), Menem-De La Rúa (1999), Fernández de Kirchner-Macri (2015), Macri-Fernández (2019), y Fernández-Milei (2023).
Las expectativas de cambio radical en la población son altas. La sociedad argentina se mostró fatigada por los pobres resultados económicos y su duro impacto social durante los últimos gobiernos.
Este “pesado legado” fue evidenciado en el discurso inaugural del presidente Milei: más de 40 por ciento de pobres y 10 por ciento de indigencia, hiperinflación que podría llegar a niveles superiores al 15 mil por ciento, atraso de tarifas y cepo cambiario, una deuda y pasivos del tesoro gigantesca, con reservas en rojo, y un déficit gemelo (fiscal y exterior) que representan 17 puntos del PIB.
Ante este complejo panorama el presidente prometió ajuste fiscal -para que recaiga en la política y no en los privados-, y medidas de shock, como la única alternativa posible. Admitió también que las medidas causarán en el corto plazo más pobreza y que llevará aproximadamente 18/24 meses frenar los niveles actuales de inflación.
Milei, prometió que luego de las duras medidas de ajuste iniciales (“No hay plata”), vendrá un cambio de época que reposicione al país como potencia mundial. Veremos …
Los mercados abrieron este lunes con estabilidad, y esperarán en las próximas jornadas conocer las primeras medidas del nuevo presidente para reaccionar. Hoy hay virtual feriado cambiario y las principales medidas que supuestamente iban a ser presentadas hoy por Milei y Caputo se darán a conocer mañana martes.
El escenario es único para la historia democrática del país, un presidente que proviene de los extremos que carece de mayorías parlamentarias, o de gobiernos subnacionales propios, con escasa experiencia en la gestión pública del estado, y con un contexto económico y social frágil e impaciente.
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