Después de largas negociaciones, los socialistas españoles firmaron ayer un acuerdo de coalición con la lista de izquierda radical Sumar, paso indispensable para una nueva investidura del líder del PSOE, Pedro Sánchez, como Presidente, que depende ahora de los partidos independentistas catalanes.
“Hemos gobernado cinco años y vamos a hacerlo otros cuatro años más”, indicó Sánchez al firmar junto a Yolanda Díaz, actual ministra de Trabajo en funciones y jefa de filas de Sumar, este “acuerdo programático” que pretende servir de marco para la próxima legislatura.
El texto contiene 230 medidas, entre ellas el aumento del parque público de viviendas, la revisión al alza de los objetivos climáticos de España, y una reforma fiscal destinada a aumentar la contribución de los grupos bancarios y energéticos al gasto público.
El acuerdo incluye, igualmente, un plan de lucha contra el paro juvenil, un alza del salario mínimo o un recorte de la jornada laboral “sin reducción salarial”, reclamado durante mucho tiempo por los sindicatos españoles.
PRÓXIMOS PASOS
El pacto, que llevaba negociándose desde finales de julio, le permitirá a España “seguir avanzando” en la “senda de progreso”, expuso Sánchez, en el poder desde 2018, y que gobierna en coalición con la extrema izquierda (entonces representada por Podemos, formación integrante ahora de Sumar) desde 2020.
El portavoz del Partido Popular (PP, derecha), Borja Sémper, minimizó el alcance de este acuerdo. “Ya sabíamos todos que [PSOE y Sumar] iban a seguir casados”, pero esta alianza no tendrá valor sin el “visto bueno” de los independentistas, especialmente los catalanes, recordó.
El PSOE de Pedro Sánchez acabó en segundo lugar en las legislativas del 23 de julio, por detrás del Partido Popular (PP, derecha) de Alberto Núñez Feijóo. Pero este último, sin mayoría absoluta, no consiguió los apoyos suficientes de otras formaciones para ser investido presidente, abriendo la vía a un nuevo gobierno de izquierda.
Para lograrlo, Sánchez debe obtener el apoyo de varios partidos independentistas, pero las negociaciones parecen más complicadas con los partidos separatistas catalanes, especialmente con Junts per Catalunya (JxCat), una de las formaciones clave en el fallido intento de secesión de esta región del noreste español en 2017, cuyo líder Carles Puigdemont huyó a Bélgica para escapar a la justicia española.
El líder socialista tiene hasta el 27 de noviembre para tratar de ser investido por los diputados. Si no lo logra, se convocarán automáticamente elecciones para mediados de enero. /CON INFORMACIÓN DE AFP
Con información de 24 Horas