Por: Francisco Céspedes
En el momento o desde estas campañas electorales que una persona es o será investida como jefe de Estado, gobierno o nación, sus seguidores la colocan en altares al lado o sustituto de dioses u otra deidad, en panteones mono o politeístas, algo contradictorio a su fe.
Los padres debemos con amor responsable proteger, educar y así salvar a nuestros hijos de confusiones como estas para que de adultos valoren su libertad individual y no la dependencia de estos infames que solo han demostrado a través de la historia ser unos caprichosos testaferros aficionados a la delincuencia y al bla-bla-bla.
Se muestran amorosos tras una falsa sonrisa y salvadoras frases atrapando débiles mentes que ahora mismo si están leyendo esto en lugar de analizar si hacen bien o no, tan solo se enojarán por necia necesidad de estamparse contra la misma pared por 4 o 6 años más según las leyes “constitucionales” de los países
Veamos a nuestros hijos como posibles salvadores, no como víctimas de un sistema que los necesita obedientes hasta imbecilizarlos, proporcionándoles una adecuada educación (no la actual) donde lleguen a comprender las verdaderas posibilidades que pueden alcanzar y a ejercer como verdaderos salvadores propios, repito y de una raza humana mucho más elevada en integridad, inteligencia y valentía para respirar sin zozobras la felicidad.
El que quiera blasfeme, el que quiera medite y al esclavo esclavista que censure, total hoy día ya ha llegado a ser una aburrida costumbre.
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