El abstencionismo de 40% de la población en las pasadas elecciones causó que se desperdiciaran 217.7 millones de pesos en boletas que sobraron porque los ciudadanos no acudieron a las urnas… Lo que puede repetirse en el caso de la posible elección de jueces y magistrados por voto popular.
De acuerdo con una solicitud de información de 24 HORAS al Instituto Nacional Electoral (INE), en los pasados comicios sobraron 117.7 millones de papeletas para presidenciales, diputados federales y senadores.
El costo unitario por impresión de boleta, con todo e impuestos fue de 1.85 pesos, donde Talleres Gráficos es la empresa que históricamente ha sido contratada para ese fin.
Durante la consulta popular de 2021 para juzgar a expresidentes, que también fue organizada por el INE, hubo un abstencionismo de 92.8% de votantes que prefirieron no ejercer su voto. De acuerdo con las estadísticas, la Lista Nominal fue de 93.6 millones de electores, mientras solo votaron 6.6 millones, por lo que la mayoría de las boletas se quedaron sin usar.
Para la consulta de la revocación del mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, en 2022, el abstencionismo fue de 82.2%. En ese ejercicio estaban llamados a sufragar 92.8 millones de mexicanos y solo acudieron a las urnas 16.5 millones, por lo que también la mayoría de las boletas fueron destruidas.
De aprobarse la reforma judicial, cuyo dictamen está próximo a discutirse en la Cámara de Diputados, el 1 de junio de 2025 habrá elecciones para elegir a ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, las salas regionales y Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, integrantes del Tribunal de Disciplina, así como jueces y magistrados, para las cuales serían necesarias casi 500 millones de boletas, cuyo costo se estima en más de 900 millones de pesos, donde las papeletas sin usar serían destruidas.
DESTINO DE BOLETAS
El organismo electoral informó que las boletas sobrantes de la elección del pasado 2 de junio se encuentran resguardadas en las bodegas de las juntas distritales, a la espera del acuerdo del Consejo General para su destrucción, el cual se prevé sea aprobado antes de finalizar el año.
A su vez, se tiene un convenio con la Comisión Nacional de Libros de Textos Gratuitos (Conaliteg) para que la basura electoral sea reciclada; sin embargo, esa dependencia electoral es la que decide qué materiales reciclar, por lo que no es seguro que se incluyan las boletas sobrantes.