Por tercera ocasión desde que entró en vigor el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), en 2018, el Gobierno mexicano se involucró en una disputa comercial con EU, esta vez por restringir la importación de maíz transgénico y “preservar” la tortilla con maíz nativo.
De estos tres conflictos, sólo uno ha sido promovido por el Gobierno mexicano contra EU, al que se sumó Canadá, por inconformidades en la interpretación y aplicación de las reglas de origen del sector automotriz en la región.
Este diferendo llegó hasta un panel de resolución y el falló favoreció a México y a los canadienses.
El otro caso, que continúa en etapa de consultas, fue promovido por EU y Canadá en contra de México, por los cambios en la política energética en los que se da preponderancia a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sobre empresas extranjeras en la producción de electricidad.
Y ayer, formalmente inició el tercer caso de consultas por diferencias en el acuerdo comercial entre los tres países de América del Norte, y el segundo en contra de México.
Esta petición de los estadounidenses se sustenta en el Capítulo 9 del tratado comercial referente a medidas sanitarias y fitosanitarias, en el cual se establece la posibilidad de iniciar un diálogo de carácter técnico para intercambiar información.
“Esta solicitud, por tanto, no es de carácter contencioso, sino una etapa previa en la cual se busca encontrar una solución de manera cooperativa”, aseguró la Secretaría de Economía (SE) en un comunicado.
Para ello, detalló la dependencia, la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, la titular de la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), Katherine Tai y sus equipos sostenido diálogos de carácter constructivo para encontrar soluciones que brinden certidumbre a las partes interesadas.
“Como esta secretaría lo ha señalado en reiteradas ocasiones, el objetivo del Decreto es preservar que la tortilla sea elaborada con maíz nativo, asegurando así la conservación de la biodiversidad de las más de 64 razas de maíz que hay en el país, de las cuales 59 son endémicas.
“México aprovechará este mecanismo previsto en el T-MEC para demostrar con datos y con evidencia que no ha habido afectación comercial y que, por el contrario, el Decreto es consistente con el propio Tratado”, indicó la SE.
Agregó que se coordinará con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y otras autoridades para establecer la postura del Estado mexicano y con ello encontrar una solución satisfactoria para todas las partes.
En 2020 el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador prohibió producir o importar maíz genéticamente modificado para 2024. Hace unas semanas, ante las protestas de EU, mantuvo la prohibición para consumo humano, pero optó por permitirlo para la alimentación de animales… Para sustituirlo paulatinamente.
La concesión no dejó satisfecho a Estados Unidos, pues México es el segundo comprador mundial de maíz y el 95% procede del mercado estadounidense, cuya producción es, a su vez, 93% transgénica.
¿Daños a la salud?
El presidente de la Comisión de Economía, Comercio y Competitividad en la Cámara de Diputados, Jorge Inzunza (PAN), señaló que es lamentable el llamado a consultas en el tema del maíz transgénico que ha hecho el Gobierno de Estados Unidos.
Consideró que México no ha podido comprobar científicamente si este grano modificado realmente provoca daños a la salud humana.
“Yo creo que tendríamos hacer y tener estudios más a fondo de lo que realmente es el maíz transgénico, no podemos nosotros pre afirmar, si no tenemos evidencia científica.
“El Gobierno mexicano no ha hecho ni ha podido realizar análisis de fondo, si en el caso de que así sea, nosotros lo podamos probar, no podemos usar una mesa de negociación y hacer suposiciones sin tener la certeza de lo que estamos nosotros afirmando”, dijo Inzunza.
Señaló que esta disputa comercial tiene mucho interés de parte de Estados Unidos, porque México es un consumidor muy grande de la producción de maíz en ese país.
Y por ello, enfatizó, México debe hacer un esfuerzo para comprobar que realmente el maíz transgénico causa un daño en el consumo humano.
Al respecto, el director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), Juan Carlos Anaya, señaló que la postura de Estados Unidos, más allá de afectaciones económicas, está basada en cumplimentar lo que estipula el T-MEC sobre las prohibiciones al libre comercio.
“De acuerdo con el capítulo nueve del T-MEC, para prohibir algo tienes que mostrar científicamente si causa algún daño, alguna problemática, y en este caso es daños a la salud”, explicó.
En ese sentido, abundó, en ninguno de los decretos publicados por el Gobierno de México se han expuesto las evidencias científicas que se requieren para impedir el libre comercio del maíz genéticamente modificado para consumo humano.
“En el comunicado que hizo la Secretaría de Economía en el sentido de que (el tema de maíz transgénico) era más político que técnico, ya que sustenta que ya México permite la importación de maíz para consumo animal y consumo industrial, que representa el 93, 95% de las importaciones, pensaban ellos que quedaba resuelto.
“Pero el tema para Estados Unidos no está resuelto en virtud de que… no está evidenciado en ciencia que muestre que este maíz causa daños a la salud”, indicó Anaya.
CON INFORMACIÓN DE AFP
…Y presentan séptima queja laboral contra México
Por: César García Durán
Katherine Tai, representante comercial de Estados Unidos, solicitó a México que revise si a los trabajadores de una instalación de Unique Fabricating en Querétaro, se les están negando los derechos de libre asociación y negociación colectiva.
La solicitud, que se hizo en respuesta a una petición, marca la séptima vez que EU ha invocado formalmente el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida (MLRR) en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
“El Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida es una herramienta importante para defender los derechos de los trabajadores y nos ayuda a avanzar en una política comercial centrada en los trabajadores en todo el mundo”, dijo la embajadora Katherine Tai.
Esto luego de que Estados Unidos recibió una petición de un sindicato local en Querétaro, con el argumento de que a los trabajadores de una de las instalaciones de componentes automotrices de Unique Fabricating, en Santiago de Querétaro, se les niega el derecho de libre asociación y negociación colectiva.
LEG
Con información de 24 Horas