En medio de recientes ataques con drones cargados de explosivos, el Gobierno busca implementar penas específicas ante el uso de estos aparatos como armas por parte de la delincuencia organizada, informó ayer el general Luis Cresencio Sandoval, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en la Mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Apenas este lunes, se reportaron ataques con drones explosivos en Apatzingan, Michoacán, acompañados de tiroteos entre grupos contrarios del narcotráfico.
La iniciativa con Proyecto de Decreto por el que se Reforman y Adicionan Diversas Disposiciones del Código Penal Federal y de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos ya fue presentada ante la Comisión Permanente y busca penas de hasta 20 años de prisión (que aumentarían si se acumlan otros delitos) para quienes utilicen drones explosivos.
“El objetivo que se busca con esta iniciativa es tomar como base la práctica del empleo de drones para lanzar artefactos explosivos que dañan a la población, que dañan a las autoridades, está centrada en eso, en establecer una penalidad a ese tipo de acciones y que pueda ser castigado el empleo de estos artefactos explosivos, aprovechando el uso de los drones, ese es su objetivo principal”, comentó Cresencio Sandoval.
El general destacó que se tiene registro de los artefactos utilizados en ataques por parte de la delincuencia organizada, como se ha documentado en Jalisco y Michoacán, por lo que en esas entidades se han desplegado fuerzas especiales para combatirlos.
“Tenemos desplegado con las unidades que operan en las áreas donde se han identificado el empleo de drones, pondría el ejemplo a Jalisco y Michoacán, donde andan o se integran a las unidades que hacen reconocimientos en las diferentes áreas, personal con implementos o artefactos antidrón, que lo que hace es neutralizarlo y hacer que baje o que pueda tener acceso al área donde se quiere resguardar”.
Sobre el proyecto, Javier Oliva Posada, investigador en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, especialista en temas de defensa y seguridad, comentó que no habido casos de éxito relacionados con el aumento de penas a ciertos delitos.
Para el especialista, el enfoque debería ser mejorar la regulación de la importación de los drones y el acceso a los precursores para la elaboración de los explosivos con los que se cargan dichos aparatos.
“Un mayor control a la importación de los drones, pero no su prohibición (…) Aquí el tema no es disponer de los explosivos, sino de los propios drones”, dijo.
Por ello, el investigador explicó que el énfasis se debería poner en el control de los explosivos y sus precursores, y ejemplificó con la fabricación de las “minas hechizas” o la bomba que estalló en Celaya y que mató a uniformados de la Guardia Nacional.
Sin embargo, pese al uso de explosivos, Oliva Posada descartó que estos ataques del crimen organizado se traten de terrorismo: “No, terror se refiere a la emoción humana, pero no a terrorismo como concepto de seguridad nacional o atentado (…) causa terror entre la población pero no es terrorismo el cual tiene cuatro causales: político-ideológicas, revindicaciones étnicas, religiosas, y ninguna de esas está en México”.
Además, subrayó que considera que es un error de la iniciativa llamar “aeronaves” a estos artefactos, pues una aeronave es un objeto más grande, como una avioneta.
Sobre los ataques registrados, si bien las autoridades no han reportado a cabalidad dichos eventos, el experto comentó que tiene conocimiento de que se han dado menos de 10 agresiones a través de drones con explosivos en lo que va de 2023.
Uso para la guerra
La utilización de vehículos aéreos no tripulados para fines bélicos recientemente ha registrado un detonante en la guerra entre Rusia y Ucrania, donde soldados y voluntarios ucranianos han modificado pequeños drones recreativos para soltar granadas sobre posiciones enemigas de forma sorpresiva.
Si bien existen drones creados específicamente para la guerra, como el Depredador estadounidense, capaz de portar dos misiles Fuego del Infierno, los drones civiles y recreativos modificados que se utilizan en la guerra son tecnología barata y fácilmente reemplazable.
En México, la utilización de este tipo de drones por el crimen organizado se ha reportado desde antes de que comenzara el conflicto bélico en Ucrania, como ocurrió en el poblado michoacano de Aguililla en noviembre de 2021, cuando dos policías resultaron lesionados por el ataque de un aparato con explosivos, achacado al Cártel Jalisco Nueva Generación.
FRASES
“Tenemos desplegado con las unidades que operan en las áreas donde se han identificado el empleo de drones, pondría el ejemplo a Jalisco y Michoacán”
Luis Cresencio Sandoval
Secretario de la Defensa
“Un mayor control a la importación de los drones, pero no su prohibición (…) Aquí el tema no es disponer de los explosivos, sino de los propios drones”
Javier Oliva Posada
Académico de la UNAM
Estrategia se usa en videojuegos
Por: Arturo Rivera
En videojuegos bélicos como Call of Duty: Warzone, jugadores utilizan la estrategia de drones con explosivos para causar bajas, algo que en la vida real se ha visto en la guerra entre Ucrania y Rusia… Y en México ha sido usada por el crimen organizado.
En el juego, uno de los usuarios despliega un dron de vigilancia, creado por los desarrolladores exclusivamente para fijar las posiciones de los enemigos, sin la capacidad de causar daño directo.
Sin embargo, un jugador aliado colocará un explosivo C4 o una mina Claymore sobre el drone, que detonará manual o automáticamente al acercarse a un usuario enemigo.
Mientras que en la vida real, conforme a los casos registrados en Ucrania y México, los explosivos colocados a los drones son granadas de mano modificadas o explosivos plásticos soltados/detonados a distancia.
LEG
Con información de 24 Horas