Este lunes regresarán a clases 24 millones de alumnos de educación básica en todo el país, en medio de un sistema educativo marcado por la Nueva Escuela Mexicana y deficiencias en la infraestructura escolar.
De acuerdo a cifras de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) 2023-2024 de 238 mil escuelas de educación básica y media superior, 26 mil 463 no cuentan con electricidad, 56 mil 109 operan sin agua, 43 mil 558 no tienen lavamanos y hay 5 mil 950 planteles sin sanitarios. E
Del total de escuelas, cuatro de cada 10 carecen de los cuatro servicios básicos completos, mientras que en el área educativa la organización Mexicanos Primero alertó sobre el atraso que tuvo el país en el nivel de educación, ya que en la última prueba PISA de 2022, los resultados decrecieron y solo 34.2% de los estudiantes logró nivel de dominio básico en matemáticas, 53.1% en lectura y 49.2% en ciencias.
En medio de las carencias en infraestructura y educación, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador impulsó un nuevo modelo, la Nueva Escuela Mexicana, la cual padres de familia han tachado de deficiente.
“¿Cómo es posible que hayan quitado las matemáticas? Un aprendizaje esencial en la vida, los libros ahora vienen todos revueltos y ni qué decir de sus materias que ni se entienden, en lo personal no me gusta nada este nuevo sistema porque siento que mi hija no está teniendo una buena formación académica”, aseguró a 24 HORAS Santiago Vásquez, padre de familia.
No obstante, Alma Hernández, profesora de primaria desde hace 12 años, quien ha visto el cambio desde el interior de las aulas, difiere con este planteamiento, ya que aseguró que dicho modelo es mucho más dinámico y los niños aprenden con mayor facilidad.
“Al escuchar hablar de la Nueva Escuela Mexicana inmediatamente visualizo las palabras inclusión y empatía, para mi es un intento desesperado por lograr que las nuevas generaciones se adapten a todos los estilos de vida actuales, que son muy variados, y principalmente que empaticen y comprendan los graves problemas del medio ambiente que hay en la actualidad”.
Detalló cuál es la diferencia entre el anterior sistema educativo y el actual: “es considerable, ya que con el sistema anterior estaba todo como muy unificado a nivel nacional hablando en cuanto a los objetivos de aprendizaje, desaparición de materias como tal no lo hay porque a final de cuentas vienen temas de todas las asignaturas, obviamente no como antes, pero considero que quieren poner más atención a los temas ambientales”.
Explicó que pese a la “eliminación de materias” como las matemáticas o la historia, que preocupan a los padres de familia es completamente funcional: “Algo con lo que estoy peleada desde que me percaté de ello, (hablando de matemáticas principalmente) si disminuyó muchísimo, pero también se les dio más apertura a los maestros a decidir que temas son importantes en el contexto y realidad del alumnado que tienen, pues también es una buena opción para jugar e introducir los temas que consideren necesarios, entonces si es funcional”.
Y reiteró que pese a la postura de los padres de familia que tachan el nuevo sistema de insuficiente, “los niños son los seres más adaptables que conozco, mis alumnos lo han recibido con mucho entusiasmo, están encantados con la idea de trabajar de una forma más dinámica”, afirmó a 24 HORAS
Ana Laura Gallardo, doctora en Pedagogía por la Universidad Nacional Autónoma de México, respaldó esta postura al decir que la Nueva Escuela Mexicana es parte de la diversidad y no de una visión homogénea, como se había planteado en algún momento, ya que “durante mucho tiempo la educación fue vista como un producto o servicio, y no como un derecho”.
“Tenemos que irnos alejando para actualizar nuestra visión de aprendizaje. Durante mucho tiempo la psicología de corte conductista, de corte industrial fue la que organizó nuestra idea del aprendizaje en una idea fragmentada lineal y progresiva”, comentó.
En entrevista con este diario, la también académica de la máxima casa de estudios señaló que la principal diferencia entre la Nueva Escuela Mexicana y el anterior modelo educativo, es que se dejó de trabajar por asignatura y ahora es por campos formativos: “ya ni las ciencias andan en esa fragmentación que nosotros reproducimos”, dijo.
En cuanto a la eliminación de las matemáticas, en el modelo de la Nueva Escuela Mexicana, Gallardo rechazó esta idea, y aclaró que más bien este campo de conocimiento se enseñará de otra manera, porque “seguimos pensando que enseñar matemáticas en aprendernos las tablas, y no como resolver un problema usando un algoritmo”, resaltó.