Son cientos los casos de infección en el Sandos Playacar y datan desde hace meses

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  • Amenazan canadienses con demandar a este hotel, al que acusan de enfermarlos con agua contaminada.

Playa del Carmen.- A diferencia de lo informado por autoridades locales, fueron cientos de huéspedes, no cuatro, quienes sufrieron infección estomacal en el hotel Sandos Playacar, en un periodo de al menos dos o tres meses, posiblemente por un problema en el agua que se les daba a beber.

Varios medios de comunicación de Canadá han realizado entrevistas con distintas víctimas, incluso grupos de víctimas (en un caso, de más de 30 integrantes) en donde narran los malestares sufridos, así como los problemas que tiene para obtener un reembolso o compensación por parte de su agencia de viaje o línea aérea.

“Caíamos como moscas”, fue lo que declaró una ciudadana canadiense, al canal de noticias Global News, medio que también confirma que fueron cientos de turistas afectados.

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A través de Facebook, ya fue creado un grupo privado para personas afectadas por este problema, en donde los administradores aseguran tener contabilizados ya 399 personas, con nombre y apellido, que sufrieron alguna infección en Sandos. Muchos acabaron hospitalizados, varios indican que siguen acudiendo al médico en sus países de origen.

Muchos de los participantes tratan de contactar a distintas autoridades de gobierno, de Canadá y de Quintana Roo, con resultados variados. Hay un interés generalizado en demandar a este centro de hospedaje por el daño sufrido y por haberles arruinado sus vacaciones.

En este grupo está publicado un video de una protesta realizada por huéspedes en el lobby de este hotel, dos días después de la visita de Cofepris, en donde todos aplaudían al unísono, al parecer en exigencia de atención por su mala experiencia.

Varios decidieron irse antes de tiempo del hotel, ante lo cual los hacían firmar una carta responsiva, en el que libertaban al Sandos Playacar de toda responsabilidad. De acuerdo a un testimonio, si no firmaban, les negaban el trasporte de regreso.

No todos los casos son de febrero, hay quienes aseguran haber viajado en diciembre o en noviembre y haberse enfermado en el lugar o a su regreso de sus vacaciones.

El pasado 21 de febrero, autoridades policiacas acudieron a este hotel, ubicado en la zona de Playacar de Playa del Carmen, luego que un turista argentino llamara al 911 para reportar sufrir una infección intestinal. Esta persona alertó que podría haber otras 300 personas enfermas.

La llegada de los policías fue seguida por personal de Protección Civil e inspectores de la Comisión Federal para Prevención de Riesgos Sanitarios (Cofepris), quienes impusieron sellos de suspensión en los restaurantes del lugar. Sin embargo, hasta ahora se desconoce lo que hallaron en su inspección.
En entrevista reciente, José Antonio Uribe Trujillo, secretario municipal de Salud, señaló que las autoridades federales indicaron que hubo solo cuatro casos confirmados de enfermedad en este hotel, y que el problema no era grave.

Esto se contradice las decenas de testimonios de familias infectadas, publicadas en el mencionado grupo, al que este medio de comunicación accedió, logrando además interactuar con estas víctimas.
“Yo era parte de un grupo de 32, de los cuales 30 enfermaron de manera violenta, después de 48 horas en el resort. Todavía aguardo los resultados de laboratorio”, escribió la usuaria Maagz Le May, en respuesta a este medio.

“Cuatro de cinco integrantes de mi familia enfermaron. Nos vio un doctor en el lugar. Tenemos recibos de la atención brindada. Nos hicimos pruebas ahora que regresamos a Canadá y aguardamos resultados”, señaló Sheena Robinson.

Joel Boily, uno de los administradores, señala que han recibido diagnósticos confirmados de infección por las siguientes bacterias o protozoos: Clostridium difficile, Entamoeba Histolytica, Shigela, Escherichia Coli. Salmonela y Blastocystis hominis; todas ellas comúnmente causadas por ingerir materia fecal.

En entrevista telefónica, este ciudadano canadiense, residente de Winnipeg, señaló que abrió el grupo para tratar de “unir los puntos”, al recopilar información y ayudar a quienes se han enfermado en este hotel y cuyas vacaciones fueron arruinadas.

Cada día, indica, hay entre 15 y 30 personas que buscan unirse al grupo, y de ellos cerca de la mitad afirman haberse enfermado en el Sandos Playacar.

En vista de que hay más de 300 casos solo de las últimas semanas, pero hay incidentes que datan desde noviembre o diciembre, es probable que existan cientos más de casos.
Un común de los testimonios, comenta, es haber bebido agua con sabor extraño, o bien que, después de enfermar, el doctor del hotel les pidió beber solo agua embotellada, lo que parece indicar un problema con de este líquido.

A corta distancia del Sandos Playacar está su hotel “hermano”, el Sandos Caracol. Hasta la semana pasada, huéspedes de un hotel podían visitar el otro durante el día. A partir de la llegada de los inspectores, sin embargo, el Sandos Playacar quedó cerrado para huéspedes de Caracol. Existe el testimonio de al menos un huésped del Caracol que dice haberse enfermado durante su visita al Playacar.

De acuerdo a testimonios de huéspedes que todavía permanecieron en el Sandos Playacar, aunque la Cofepris impuso sellos de suspensión, el pasado fin de semana éstos fueron retirados, al parecer por personal del hotel (lo que sería un delito), ya que esto ocurrió fuera de horario laboral. Los restaurantes que permanecían cerrados ya fueron reabiertos.

Lo más extraño es que, de acuerdo a estos testimonios, el servicio de agua potable fue cortado en el fin de semana, al parecer para drenar y limpiar las cisternas. Aunque quedaron los huéspedes sin este vital líquido, el hotel no fue evacuado.

Hasta ahora, el Sandos Playacar no se ha hecho responsable de lo ocurrido. En un comunicado, emitido después de la suspensión de sus restaurantes, señalan que ellos han reforzado las medidas de salubridad, en respuesta a un aumento de enfermedades “en varios” centros de hospedaje.

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