Cancún. – Si bien las concesiones en el Aeropuerto Internacional de Cancún para el transporte de pasajeros son otorgadas por la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT), Es la administradora Aeropuerto del Sureste (Asur) la que debiera poner reglas claras sobre la manera en que operarán, para evitar que termine disputándose a quienes arriban, lo que ha derivado incluso en peleas a golpes.
Así lo afirmó Javier González Gómez, presidente de la Organización de Transportistas Turísticos y Aeroportuarios (OTTA), quien aclaró que sus afiliados están ajenos a este conflicto, toda vez que ellos funcionan únicamente con viajes ya recontratados, por lo que no están al acecho de pasajeros en la terminal aérea.
En breve entrevista, el empresario señaló que la autoridad federal ya dio siete concesiones para el transporte libre de pasajeros, cantidad suficientemente alta como para generar disputas internas.
“Si dan tantos permisos, debieran poner reglas sobre cómo operar”, declaró.
La concesionaria del aeropuerto, Asur, es quien debiera vigilar la aplicación de estas reglas, pero hasta ahora “se lavan las manos”, en tanto que la Guardia Nacional, que es la que tendría que imponer orden ante brotes de violencia, también ha sido omisa.
Cuestionado si existían intereses indebidos en este negocio, incluso del crimen organizado, dijo desconocer, sin embargo indicó que “si el río suena, es porque piedras trae”.